El principal objetivo de la planificación fiscal es reducir o aplazar legalmente la cantidad de impuestos a pagar y utilizar ese dinero para generar ingresos y ajustar el flujo de caja.
Una planificación coherente y adecuada puede ahorrar o retrasar el pago de muchos de los impuestos que se pagan: valor añadido, beneficios o ingresos personales. La preparación adecuada y la ejecución consistente generalmente no plantean un riesgo fiscal para la empresa o el gerente de cuenta.
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¿Qué es la planificación fiscal para empresas?
Es muy habitual prever cuánto vamos a ganar y cuánto vamos a gastar para ajustar nuestra economía y anticiparnos a posibles problemas. Sin embargo, rara vez tenemos en cuenta cómo pueden influir los impuestos en las decisiones que tomamos.
La planificación fiscal es una estrategia que permita optimizar el peso de la carga impositiva en pos de incrementar los resultados a través de la elección de la estructura más conveniente y la aplicación de la mejor alternativa prevista por la legislación tributaria.
Una estrategia de planificación fiscal no es algo sencillo. En ella pueden influir todo tipo de elementos, desde la naturaleza de las inversiones, a la tributación de agentes no residentes, los convenios de doble tributación y otras claves fiscales tanto del país en el que opere una empresa como de mercados específicos.
De eso precisamente se encarga la planificación fiscal: de conocer a fondo nuestro propio panorama tributario y optimizar su impacto en nuestra economía. Como todos somos susceptibles de beneficiarnos de ella, merece la pena conocer en qué consiste y algunas claves para sacarle el máximo rendimiento.
Objetivos de la planificación fiscal
La planificación actúa siempre dentro del margen de la legalidad, intentando conseguir una tributación que sea lo más beneficiosa posible para el contribuyente (en este caso para la empresa).
Para ello hay que analizar qué ingresos tiene la organización, cuáles son sus gastos y, en base a ello, tomar decisiones que ayuden a optimizar la carga fiscal.
Los objetivos que podemos encontrar dentro de la planificación fiscal son:
- Crear sistemas y políticas para que la empresa cumpla con las disposiciones fiscales con el menor costo y riesgo.
- Prevenir al contribuyente sobre cualquier cambio fiscal que pueda tener consecuencias para el normal desarrollo de la empresa.
- Buscar la mejor alternativa para la aplicación del régimen tributario que permita ahorros financieros y fiscales para la empresa.
- Evitar el pago de impuestos innecesarios y adaptarse rápidamente a las reformas fiscales que se produzcan.
Beneficios de tener una buena planificación fiscal
La planificación de los impuestos tiene muchas ventajas:
Reducción de impuestos
En primer lugar, se reducen los impuestos al mismo tiempo que se adquiere una nueva mentalidad. El conocimiento básico y la comprensión del sistema fiscal español, tu propio dinero y lo que sucede con él son las claves para poder reducir los impuestos y ahorrar dinero.
No es raro que la planificación fiscal y la estrategia fiscal resultante te cambien la vida: decides por ti mismo cuánto impuestos quieres pagar y no entregas voluntariamente más de la mitad de tus beneficios al Estado. El interés compuesto puede, por lo tanto, resultar en un alto diferencial de siete cifras después de 30 a 40 años.
Toma de decisiones estratégicas
Los objetivos de la planificación fiscal son un elemento importante de la planificación corporativa general.
En términos concretos: las decisiones empresariales estratégicas sostenibles nunca deben estar motivadas únicamente por consideraciones fiscales; también deben ser significativas sobre la base de todas las consideraciones empresariales.
Además, una buena planificación permitirá que la empresa:
- Reducción natural de la carga fiscal
- Ahorros considerables desde el primer año en adelante
- Conocimientos básicos del sistema fiscal
- Planificación fiscal estructurada, adaptada a tu fase de vida
- Más poder de decisión: Controla tú mismo el pago de tus impuestos
Cómo realizar una planificación fiscal
Ahora que ya está claro en que esta planificación busca obtener una estimación de los efectos tributarios para una empresa en un contexto específico, lo siguiente pasa por mencionar algunas claves o recomendaciones generales que se pueden poner en marcha para lograr los resultados esperados.
La cadena de valor
Tener clara la oferta y su respectiva cadena de valor, pues no siempre basta con realizar una estimación fiscal sobre el producto terminado; también es preciso incluir en la planificación los costes previos a su salida al mercado.
Estructura societaria
Elegir una estructura societaria adecuada con los costes de producción, el modelo de financiación y los objetivos comerciales.
Financiación alternativa
Considerar opciones alternativas de financiación como, por ejemplo, el aporte de capitales o los préstamos a entidades crediticias.
Legislación fiscal
Estar al tanto de las consideraciones fiscales propias de cada contexto, país o región, sobre todo aquellas que tengan que ver con impuestos especiales, exenciones a los pagos, deducciones, desgravaciones y otra serie de beneficios otorgados dentro del marco de las normas y la legalidad vigente.
Asesoría Investa lleva más de 20 años asesorando fiscalmente a empresas, si estás interesado en conocer nuestros servicios puedes llamarnos al 93 322 30 30 o enviarnos un email a través de nuestro formulario de contacto.
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